viernes, 28 de junio de 2024

Sobre un libro muy saludable: "Crónica de una sociedad intoxicada" de Joan-Ramon Laporte.

 



    Recomiendo vivamente el libro del Prof. Laporte, "Crónica de una sociedad intoxicada", de reciente aparición y ya reeditado.


    Sostenido por el amplio curriculum de su autor, el texto guarda continuidad con su lucha, desde las posiciones científica y ética, contra los abusos de la medicalización.


    Lo que se afirma en el libro, apoyado por una abundante bibliografía, refleja un riguroso afán de evaluar la verdad de lo que como tal se proclama, ofreciendo su análisis con gran sencillez al lector adulto y crítico.


    Así, el alto consumo de estatinas y de antidepresivos, por ejemplo, contrasta con la debilidad de las concepciones pretendidamente científicas que avalan su uso casi indiscriminado en prevención primaria (estatinas) o asegurar que la depresión es cosa puramente química (déficit de serotonina en determinadas hendiduras sinápticas).


    El texto consigue que podamos situarnos frente a influencias poderosas de compañías farmacéuticas (y diagnósticas, algo en lo que con frecuencia no se repara), pero también de alternativas pseudocientíficas, que no se quedan cortas en potenciales daños directos e indirectos.


    Es recomendable una lectura continua, pausada y completa de este amplio libro, pero su redacción facilita también una lectura preferente por capítulos que, de modo natural, llevarán a otros previos o posteriores. 


    Sería recomendable una amplia difusión especial a todo el personal sanitario en general y deseable que en las bibliotecas de nuestros hospitales fuera albergado como lo es el "Harrison".


    Además de sus méritos científicos, contrarios tanto al cientificismo como a la pseudociencia, creo que la “Crónica” que nos ofrece el Prof. Laporte merece en rigor el calificativo de saludable.

jueves, 27 de junio de 2024

Salud de los enfermos

    

    Hoy, en el contexto católico, es el día de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, patrona de Sanidad Militar y de los Colegios Médicos. 

    En otra entrada de este blog, escrita un día de la pandemia en 2021, incluí un breve apunte sobre la imagen que representa esta advocación mariana.

    Mucho arte, incluyendo las catedrales, ha sido dedicado a manifestar la veneración que el cristianismo otorga a María por su libre aceptación al anuncio del ángel, que tan bien pintó Fra Angelico y que culminó con el reconocimiento cristiano de María como theotokos, Madre de Dios. Ese saludo angelical, como “Ave María”, se hizo oración universal y, con la oración a Dios Padre enseñada por Jesús, y otra de alabanza trinitaria, conforma el rosario, cuyas cuentas se despliegan en tantas manos, lugares y tiempos. En las letanías, que lo acompañan, se van recitando reconocimientos y alabanzas a María, una de las cuales es precisamente “Salud de los enfermos”.

    El “Ave María” es una oración evolucionada históricamente y que incluye el saludo inicial, la bendición y una petición concreta: “ruega por nosotros ahora y en la hora de nuestra muerte”. Y así se canta por magníficos tenores, en latín: “ora pro nobis peccatoribus, nunc et in hora mortis nostrae.” La intercesión solicitada se refiere así a dos momentos esenciales en nuestra vida, el momento presente o ahora, “nunc”, y el del cierre biográfico que traerá la muerte, a la que S. Francisco de Asís llamó hermana. 

    El icono aludido incluye la cruz en forma oriental, de doble travesaño y que porta el arcángel Gabriel y que recuerda que el cristianismo no es casi nunca un camino de rosas y que, en él, cada instante de vida cuenta y puede bastar con uno solo de ellos para una buena respuesta a la gracia que a todos otorga Dios.