La atracción que ejerce Ulises no reside en que alcance el
fin deseado, en que llegue a Ítaca, sino en todo el viaje heroico que la tiene
como meta. Eso fue realmente lo importante, lo que mereció la pena, como
resaltó Kavafis refiriéndose a la Ítaca a la que cada cual
puede aspirar (http://www.mgar.net/var/ulises2.htm):
“Cuando emprendas tu viaje a Itaca
pide que
el camino sea largo”
Y es que parece que, finalmente, Ítaca en sí no era para
tanto, no es para tanto, más allá de ser una referencia, algo que una vez
alcanzado pierde rápidamente interés. Así, casi al final del poema, Kavafis
dice:
“Itaca te brindó tan hermoso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene ya nada que darte.”
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene ya nada que darte.”
La vida casa mal con el reposo, con la rutina que no aporta
nada. Las jubilaciones no suelen ser jubilosas. Se dice que mientras hay vida
hay esperanza, refiriéndose en general a la esperanza de prolongación, de
alargar esa vida, pero lo cierto es que mientras hay vida hay propiamente
esperanza de ella como presente y como sueño.
Tennyson reflexiona sobre esa fase final, de metas cumplidas,
en la que uno debiera considerar su tarea culminada y ser serenamente feliz el
tiempo que quede hasta que la muerte venga a nosotros, en vez de ir nosotros a
la vida, a pesar de la muerte. Y esa reflexión no concluye sólo en nostalgia del pasado sino más bien en
impulso hacia el futuro, porque, aunque parezca insensato…
“No es demasiado tarde para buscar un mundo nuevo”.
El poema de Tennyson (http://www.mgar.net/var/ulises5.htm)
es un soplo de viento fresco, que estimula a atravesar la angustia ligada a la
existencia, porque nos recuerda que:
"A pesar de que mucho se ha perdido, queda mucho; y, a pesar
de que no tenemos ahora el vigor que antaño
movía la tierra y los cielos, lo que somos, somos:
un espíritu ecuánime de corazones heroicos,
debilitados por el tiempo y el destino, pero con una voluntad decidida
a combatir, buscar, encontrar y no ceder."
Es llamativo que alguien que encarnó a Ulises en el cine,
Kirk Douglas, haya mostrado también en una simpática película, junto a Burt
Lancaster, la eterna jovialidad posible, y que, poco antes de cumplir 98
años, haya escrito un libro sobre otra
figura heroica y, a la vez, histórica: Espartaco.
Nunca es tarde para olvidar lo que se nos impone y recordar que somos libres. Siempre es posible iniciar o retomar el
camino hacia lo desconocido. Y nada más desconocido para cada uno que él mismo.
!Chapó, Javier!...nunca hay que olvidar lo que muy bien escribes y aconsejas como final del post:"Nunca es tarde para olvidar lo que se nos impone y recordar que somos libres. Siempre es posible iniciar o retomar el camino hacia lo desconocido. Y nada más desconocido para cada uno que él mismo."
ResponderEliminarApertas agarimosas.......ahhh...al verte en el Blog, parece que mes siento estimulado a retomar el mio.
Muchas gracias, Jose, por tu comentario.
ResponderEliminarMe alegra saber de ese estímulo para retomar tu blog. Será un placer poder leerte también de ese modo.
Un abrazo