martes, 3 de marzo de 2020

MEDICINA. Virus, miedos y cegueras.



Es probable que los directivos de empresas que hubieran participado en el cancelado MOBILE, sean más inteligentes que una alcaldesa y políticos varios, sean del signo que sean. Curioso que no hayan venido.

La parsimonia con la que ya se está insistiendo en España con respecto al coronavirus empieza a ser inquietante y parece un atentado a la inteligencia. Y que la OMS no le llame a esto pandemia solo es comprensible en línea con otras bobadas de ese organismo, como su vieja definición de salud (con la que entra en contradicción, por otra parte).
 
No parece que estemos ya ante un goteo de casos como si fueran goles que nos mete el coronavirus. Es probable que, de hacer un muestreo aleatorio a un número elevado de personas (pongamos mil, por ejemplo) que no hayan estado en contacto con viajeros de Italia, China o Corea del Sur, nos encontrásemos con un porcentaje no despreciable de positivos. Ignoro si se ha hecho algo así; no lo he visto. Parece que seguimos instalados en la fantasía de la contención, con el trabajo implícito que es justo reconocer en la detección de positivos en contactos de contactos…
Algo que tiene mucho mérito pero que las circunstancias parecen desbordar. 
 
No procede banalizar esto. No es una gripe. Parece contagiarse más y matar más
 
Solo sabemos que es un virus RNA contagioso, nuevo (eso fastidia mucho), que puede mutar, etc. y que puede pasar desapercibido o llegar a afectarnos seriamente los pulmones e incluso matarnos. Bueno, ya se nos dice que eso pasa si hay enfermedades de base (se incluyen curiosamente la hipertensión y la diabetes, que no parecen especialmente raras) o si uno es viejo (más de 65 por aquello de la tercera edad), en un discurso que tiene inconscientes tintes segregacionistas que nos evocan, a mentes perturbadas, un cierto recuerdo de la "pureza" nazi. Podemos estar tranquilos. Basta con ver en la tele imágenes de jóvenes “cuarentenizados” que parecen felices como perdices.

A la vez, desaparecidos los horrores imaginados ante un potencial ataque vírico de los americanos a los chinos (que se les volvería en contra, cosas de los virus), del escape de un laboratorio chino (que son muy malos) o del interés de la perversa industria farmacéutica y demás estupideces, hemos entrado en una fase de idiotez opuesta, la de suponer que no pasa nada, que esto es una gripe y se acabó. Bueno, también se llamó así (y con el calificativo de “española” por aquello de la falta de censura aquí) a la pandemia de 1918. Y hubo gente que se murió (solo unos cuantos millones).

Ah, pero tenemos un excelente sistema sanitario. Eso dicen, aunque los médicos que trabajan en Atención Primaria no lo vean así en absoluto. Tenemos un sistema tan bueno que no se contempla que haya bajas del personal sanitario que afecten a todas las enfermedades que en él han de ser atendidas. ¿Qué pasaría si el virus deja fuera de combate unas semanas solo a un 5% de cirujanos? ¿Qué pasaría si los médicos de familia son diezmados por estar en primera línea? ¿Y si nos quedamos con un personal de enfermería reducido que no pueda con lo que se viene encima? Quizá la triste experiencia de un microcosmos, el hospital de Verín en Ourense (llamado “hospital” incluso cuando no podían atender partos), se generalizara algo.

Sabemos cómo nos podemos contagiar. Ese virus anda danzando por ahí y así lo respiramos o lo tocamos. Es de una obviedad innegable que viajar en avión, barco, bus o metro, o que participar en reuniones relativamente masivas facilita posibles contagios (en esto sí que se parece y mucho a la gripe). Es de sentido común que todo lo que sea “tele” (tele-trabajo, tele-educación, tele-medicina, tele-”loquesea”), al permitir la dispersión, evitaría una fracción de contagios. 

¿Es tan difícil promover aislamientos en una época favorable a ellos? Pues así lo parece. Todos a hacer vida normal, yendo al fútbol, a las Fallas o a la Semana Santa. 
 
No damos aprendido. A pesar del ateísmo creciente, la Biblia parece tener más fuerza mítica que nunca en la cosmovisión antropocéntrica. El hombre dio nombre a los animales y cuida la Tierra. Constantemente se oye hablar de salvar el planeta, controlando el cambio climático, el vertido de microplásticos, etc. Todo ello loable. Pero el problema lo tenemos en que no somos la única especie, ni nosotros ni las que nos sirven de comida o compañía. No somos los salvadores. Hay muchas especies vocadas a eso y el planeta quizá acabe salvándose a sí mismo haciendo que la población humana decaiga de más de siete mil a menos de tres mil millones de personas, por ejemplo. Así, adiós a tanta contaminación, deforestación, calentamiento global, etc. 

Y un virus puede ser el dramático “salvador”. No necesariamente éste; otro cualquiera porque no aprendemos ni de lo que llevamos de este siglo. No es necesario remontarse a otros tiempos como el siglo XIV (claro que entonces no era un virus y eso ahora nos parece mucho más fácil).

7 comentarios:

  1. Hola JAvier,

    Ahora sí que me empieza a preocupar. He estado esperando tu reflexión, la única a la que puedo dar crédito para orientarme en este pandemia infoxicativa. Lo cierto es que me importa poco de dónde salió y las teorías disparatadas que andan por ahí sobre el dichoso virus, pero sí que necesitaba escuchar una voz autorizada sobre el nivel de gravedad del asunto, ahora sí.

    Gracias JAvier

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  2. Algo de aparición reciente.
    Cancelado el mayor encuentro de Física (the March Meeting of the American Physical Society (APS))
    https://www.nature.com/articles/d41586-020-00609-0?utm_source=Nature+Briefing&utm_campaign=63fd5d9973-briefing-dy-20200302&utm_medium=email&utm_term=0_c9dfd39373-63fd5d9973-43269073

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  3. Yo sigo sin entender....si ya esta aqui entre nosotros....que hacemos? Hacemos cuarentena todos..... nadie....alguien volvio hace 10 dias de Italia....hizo su vida normal....de pronto a cuarentena porque si y para colmo estuvimos en la misma caja del supermercado.....yo tambien en cuarentena....y mis colegas en el trabajo...y sus familias.....no entiendo

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    1. En su lugar, yo lo consultaría al médico de familia. En función del contexto, sería su médico quien pudiese orientar sobre su caso concreto. Al margen de esto y de las molestias que pueda producir la cuarentena o la incertidumbre de no pasarla (todo en función de lo que diga su médico), la parte más aceptable de esta epidemia es que suele pasarse sin mayores consecuencias en la gran mayoría de casos.
      Un saludo.

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  4. Si. Estou de acordo. Inda que a fame e o ébola están matando máis non sendo noticia, isto pode diezmar o Globo.

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    1. Gracias por el comentario.
      Todo es relativo, desde luego. Nos preocupamos por el coronavirus a la vez que vemos a un montón de gente a las puertas de Europa escapando de lo peor, y no se trata de un virus. A la vez, es bien cierto que, si pasáramos el hambre que azota a muchas regiones de este mundo, lo del virus ese sería también un tema menor.

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